Life begins at the end of your comfort zone.
Trabajamos durante todo el año con entidades locales y en verano un grupo de voluntarios viaja a Tanzania para apoyar y brindar un empujón extra al desarrollo de nuestros proyectos. Esto ofrece a los jóvenes una oportunidad de crecimiento personal, que les permite salir de su zona de confort a partir del servicio a los más desfavorecidos, fomentando su desarrollo humano y permitiéndoles tomar conciencia de lo afortunados que son y las realidades de aquellos que no tienen la misma suerte.
Segunda fase
La segunda parte del proyecto se llevará a cabo en Ukerewe, una isla en el Lago Victoria. Allí la labor se desarrolla principalmente en los colegios locales, organizando actividades deportivas y diferentes yincanas, con el objetivo principal de acompañar a los niños y sacarles de su rutina habitual. Además se imparten charlas en colegios para adolescentes y jóvenes adultos sobre temas como higiene femenina y sexualidad, emprendimiento, gestión del dinero y ahorro. También se proporciona ayuda con las labores de restauración y pintura de colegios e iglesias locales.
Primera fase
La primera fase se desarrolla en la región de Tabora, donde trabajaremos en el primer centro de las Misioneras de la Caridad en África (congregación de Santa Teresa de Calcuta). Allí, brindaremos apoyo con todo lo que se necesite, colaborando en el cuidado de bebés y niños huérfanos o abandonados, ancianos, personas con discapacidades psíquicas y físicas, leprosos… Se realiza además mantenimiento de las instalaciones, incluyendo limpieza, pintura y desinfección de cunas así como realización de tareas básicas de enfermería cuando es necesario.
Tercera fase
La última etapa tiene lugar en la región de Bunda, donde se ayuda a los colegios de la zona tanto en el desarrollo de actividades didácticas como en la pintura de aulas y zonas de recreo. Por otro lado se colabora con un centro de salud inaugurado recientemente en la zona, proporcionando material médico y ayudando con la logística. Además, se asiste en las distintas tareas de construcción de un orfanato para niños albinos y huérfanos de la zona, abierto en 2018 por unas religiosas franciscanas.